Las acciones humanas pueden dejar niveles muy altos de contaminación en los suelos, los cuales tienen consecuencias graves para la fauna, el medio ambiente y la salud humana. Por ello, después de los trabajos industriales o de construcción, la remediación de suelo es indispensable.
Hoy en el blog de Pochteca te contaremos qué es la remediación de suelo, cómo se lleva a cabo y la función del dióxido de silicio para eliminar las sustancias dañinas y recuperar el equilibrio de los suelos afectados.
¿Qué es la remediación de suelos?
La remediación de suelos es un conjunto de tratamientos para reducir las sustancias contaminantes de los suelos y prevenir consecuencias mayores a futuro. De ser necesario, también implica diseñar acciones para la regeneración de los suelos.
Actualmente, existen tres tipos básicos técnicas y tecnologías para la remediación de suelos, los cuales se basan en la destrucción y modificación de los contaminantes, así como del lugar donde se va a efectuar el tratamiento.
Los lugares donde se efectúa la remediación de suelos se clasifican en dos:
- In situ. Se refiere al uso de tecnologías y técnicas de remediación de suelo en la superficie del sitio.
- Ex situ. Se refiere a un proceso de remediación en el que se requieren operaciones de excavaciones o dragado para remover el suelo contaminado.
Tipos de remediación de suelos
Tratamiento biológico
La remediación de suelos biológica es un tipo de tratamiento que se lleva a cabo con el uso de organismos vivos, como hongos, bacterias o vegetales para eliminar, remover y transformar los componentes tóxicos.
Las tecnologías más utilizadas en la remediación biológica son:
- Biodegradación asistida
- Bioestimulación
- Bioventilación
- Compostaje
- Fitorremediación
- Fitorrecuperación
- Lodos biológicos
- Biorreactores
- Pilas biológicas
- Entre otras.
Los tratamientos biológicos tienen beneficios como costos bajos, procedimientos amigables con el medio ambiente, altos niveles de efectividad destruyendo los contaminantes a largo plazo y que no suele necesitarse un tratamiento posterior.
Tratamiento fisicoquímico
Los procesos fisicoquímicos de remediación utilizan técnicas fisicoquímicas para destruir, aislar o contener los contaminantes que afectan al suelo.
Las técnicas más utilizadas son:
- Barreras de suelo seco
- Barreras hidráulicas
- Inundación de suelos
- Estabilización fisicoquímica
- Extracción de agua
- Inyección de aire comprimido
- Lavado de suelos
- Pozos de recirculación
- Sellado de suelos
- Entre otros.
Tratamientos térmicos
La remediación de suelos con tratamientos térmicos puede considerarse parte de las técnicas fisicoquímicas. Se llevan a cabo mediante la oxidación de grandes cantidades de energía térmica con la cual los contaminantes se desintegran y separan del suelo. Los más utilizados son:
- Calentamiento por conducción térmica
- Calentamiento por radiofrecuencia
- Incineración de contaminantes
- Inyección de agua caliente
- Inyección de aire caliente
- Inyección de vapor
- Vitrificación
- Entre otros.
Sin embargo, son técnicas que conllevan altos costos y requieren el uso de recursos energéticos.
Dióxido de silicio y su rol en la remediación de los suelos
El silicio es un elemento químico metaloide y la sustancia más abundante en la corteza terrestre después del oxígeno. Por su parte, el dióxido de silicio es una sustancia compuesta por dos moléculas de oxígeno y una de silicio; es uno de los componentes de la arena y se conoce como sílice.
Por sí solo, el silicio no se encuentra en formas disponibles para que los suelos lo aprovechen. Sin embargo, el dióxido de silicio sí puede utilizarse para reducir la toxicidad por metales como manganeso y aluminio. Por esta razón se usa para la remediación de suelos agrícolas que tienen un alto grado de acidez y aluminios tóxicos en altas concentraciones.
El modo de acción del dióxido de silicio es reaccionar con el aluminio en el suelo para formar especies de hidroxi aluminosilicatos, es decir, una forma en que los metales no son tóxicos para suelos y plantas.
Otro punto muy importante del dióxido de silicio es su capacidad como secuestrante de CO2 atmosférico, el cual reacciona con el agua del suelo y minerales silicatados, como la serpentina, para formar magnesita: un mineral que ayuda a corregir las deficiencias de magnesio en los cultivos.
Beneficios del dióxido de silicio en suelos
El dióxido de silicio mejora los suelos, reduce la lixiviación de nutrientes en suelos arenosos (en especial el potasio, calcio, magnesio, hierro y zinc), permitiendo que queden disponibles para que las plantas los absorban. Además, ayuda a restaurar los suelos degradados para incrementar su fertilidad.
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